Un abanico pintado

Ya, ya lo sé.... Estamos en otoño, el calor se ha ido (en la mayor parte del país), apenas sale el sol... ¿Y qué hago yo con un abanico?

Pues algo muy sencillo: tenía ganas de probar a pintar uno, pero con plantilla de stencil!!! que yo no soy muy hábil con los pinceles. Así que el otro día, por fin (tal vez un poco tarde, ya lo sé :-), compré uno y ayer me puse manos a la obra.

Estiré el abanico sujetándolo con cinta de carrocero, cogí una pintura de tela que hace tiempo me regaló Mayte y, poco a poco, con el pincel bien descargado, fui dando toques por la plantilla.

Creo que ha quedado bastante bien y no será el único que haga.