Tenía una caja de vino que me dieron hace unos años. Mira que le tenía ganas pero no encontraba la inspiración.
Hasta que hace unas semanas tuve una idea y la puse en práctica.
La caja era así:
Como veis está forrada con tejido de polipiel, tiene un asa en la parte superior de la caja y una imagen que no me gustaba nada.
Esto es lo que hice:
- Desmonté la caja y retiré el tejido de polipiel (se quitó muy fácilmente).
- Cubrí con un cartón la parte rebajada donde estaba la imagen de las botellas.
- Forré todo con papel kraft.
- Corté un trozo de gomaespuma de la medida de la tapa y la pegué.
- Y luego ya empecé con el trabajo de forrado de la maleta con la tela de saco o arpillera.
- Aproveché la polipiel que retiré para hacer las esquineras y forrar los bordes interiores de la maleta.
- Todo esto lo aseguré con pequeñas tachuelas de tapicero, que además decoran la maleta.
- Volví a poner los cierres y bisagras y coloqué el asa en el frontal, para que de verdad pareciera una maleta.
Y así está mi nueva maleta, junto con otra que me regalaron y en el perchero que imita a uno de compartimento de tren.
Estoy encantada de cómo ha quedado.
PRECIOSA menudo cambio le has metido vaya manitas que tiene mi niña.
ResponderEliminarMaría con esta maleta has hecho un reciclado de lujo. Enhorabuena¡
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